He vuelto

Barcelona a 1 de septiembre del año 101 de nuestra era

Pues si, así es, he vuelto.

Al menos he vuelto un poco, si es que se puede volver a medias. He vuelto después de un terrible mes de julio en cuanto a trabajo, y de unas (in)merecidas vacaciones que he disfrutado junto con mi familia en la hermosa isla mediterránea de Menorca, donde el concepto “playa virgen” tiene un significado extraño.

Voy a extenderme un poco. Playa virgen significa “sin acceso en coche”. O, si tiene acceso al coche, en la que se ha de pagar para llegar a menos de 1000 m. de la playa (a veces en vertical). O, si tiene acceso y no se paga, a la que has de llegar antes de las 10:30, o ya está llena y cerrada.

En cualquier caso, si consigues llegar tiempo y no te quedas clavado entre los muros de la carretera de acceso, observarás como la playa virgen se llena de bañistas hasta extremos inhumanos. Más gente por metro cuadrado que en las de la Costa Brava. Mas gente por metro cuadrado que en el festival de Benicàssim. Lo que yo te diga.

Y las algas. Si, allí te cuentan que la Posidónia, cuando atiborra una playa, no indica sino el alto grado de calidad de las aguas de dicha playa, a ver si me entendéis: Cuanta mas Posidónia, mejor es el agua. Pero claro, cuanta más Posidónia peor es el agua (probad a bañaros en Posidónia) conclusión: Cuanto mejor es el agua, peor es el agua. Un lío.

Por lo demás Menorca me encantó. Esos guiris con sus sandalias con calcetines (probadlo, es cómodo, tiene las ventajas de llevar sandalias, pero sin los inconvenientes) Esos complejos turísticos con buenos cocineros y excelentes animadores…

Pero no podría vivir en esa isla, con su única carretera de 45 km. y una sola calzada, me sentiría como el leopardo del zoo, ese que se pega todo el dia andando una y otra vez de un lado a otro de su confinamiento (de Maó a Ciutadella, de Ciutadella a Maó) y me volveria loco. Más loco.

Lo de que he vuelto un poco es porque solo ha vuelto mi cuerpo al trabajo, mi mente está en la playa de Son Saura, Menorca, la de aguas cristalinas y arena blanca, esa que no tiene Posidónia, pero que te hace pensar en la república dominicana. ¿Veis como aun estoy allí?

Por cierto, la foto es de una puesta de sol desde el Cap d’Artrutx. En Catalunya no solemos ver como el sol se hunde en el mar. Muy bonito.